Toda mi vida había mentido acerca de mi sexualidad. Mentía acerca de tener relaciones sexuales maravillosas, dándoles consejos a mis amigas de cosas que podían hacer para tener una buena relación. Leía muchos libros, estudiaba de personas experimentadas y me mantenía informada.
La verdad era que no podía tocar mi cuerpo, no podía verme desnuda frente al espejo. Había intentado tener relaciones sexuales pero entraba en pánico y nunca lo logré.
Tenía 43 años y seguía siendo virgen.
El día de hoy, después de una maravillosa temporada de trabajo interno, incluyendo varias tareas para aprender a amarme y aceptarme, te puedo decir, con toda confianza, que me amo, me acepto como soy. Sé que no soy sucia, que el sexo no es malo, que puedo disfrutar de mi placer.
Con orgullo puedo decir que a los 43 años de edad he tenido mi primera relación sexual exitosa. Fue una experiencia diferente, porque yo soy y me siento diferente, fue una experiencia amorosa y feliz.
Me siento plena; soy una mujer realizada.
A. Maanovi – CDMX
En mi relación de pareja estaba en un punto entre decidir continuar la relación o divorciarme. Continuamente discutíamos acerca nuestra relación y sobre nuestros hijos.
Estaba cansado y estresado de ocultar cómo era yo realmente y decidí decirle la verdad a mi pareja. Al inicio fue muy difícil, pero también muy liberador. El resultado valió la pena, el abrirme en honestidad, trabajar toda las emociones negativas, y hacer acuerdos claros con mi pareja ha hecho crecer mi relación en confianza, conexión, y comunicación a niveles que nunca había tenido.
Me enfoqué en mejorar mis emociones y mi vida y eso hizo que siguiera hasta llegar a la meta: ver a mi pareja en amor y en aceptación. Una vez aquí ambos tomamos la decisión de continuar juntos.
L. García – Veracruz