Formas en que las relaciones cambian a través del tiempo

Feb 23, 2024

Alline Powell

Ninguna relación de larga duración se mantiene exactamente igual a través de los años. No es posible. Cada persona es un mundo único y diferente moldeado por su propia decisión, por su crecimiento y por las experiencias que nos da la vida. Conforme una pareja va navegando las subidas y bajadas, los positivos y negativos de una vida juntos, van creciendo y evolucionando tanto como individuos como pareja. Es importante reconocer y estar en aceptación de esto y reconocer cuáles de estos cambios son normales y cuáles no, ya que te ayudará a estar más consciente y poderlos manejar mejor.

Una relación va pasando por diferentes estados a través del tiempo, pasa del deseo apasionado y enamoramiento a la confianza e intimidad profunda. Esto es porque como personas individuales también evolucionamos. Nuestras perspectivas, valores y comportamientos van cambiando, y esto va a afectar a nuestro trato y comportamiento con nuestra pareja.  Las personas en una relación requieren estarse ajustando continuamente a esto. El verdadero reto de cómo manejas el cambio es cómo tratas a tu pareja, cómo reaccionas a su trato y hacer el trabajo de cambiar juntos.  Hay cambios muy comunes y relativamente sencillos de manejar y hay otros que no son tan comunes, que pueden crecer o terminar una relación.

Si hasta ahora has logrado mantener una relación fuerte y saludable a pesar de los retos de la vida, te felicito y te invito a sentirte orgulloso de ti y de tu pareja.  Sin embargo, también es importante estar alerta a los cambios normales que pueden suceder con el transcurso de la vida.

Te comparto nueve diferentes formas en que una relación puede cambiar a través del tiempo, verás que algunos son normales, conocidos y típicos, pero otros son señales de advertencia que no hay que ignorar.

1.       Cambios normales: en la libido.
Muchas parejas en relaciones de larga duración reportan cambios en su deseo en algún momento de la relación. Esta no es razón de alarmarse siempre y cuando puedan platicar abiertamente al respecto y trabajar juntos enfrentando el problema.
Es posible que una persona sea la que esté iniciando el sexo, mientras otra le guste solo en las mañanas. Esto depende fuertemente en los roles que cada persona esté manejando en su día a día, ya que, dependiendo del estrés y las responsabilidades, puede que el sexo deje de ser una prioridad en su vida.
Aunque no es cuestión de alarmarse, si es importante manejar la situación y buscar reconectar. Esto puede ser a través de buscar tiempo de calidad a solas, salir a actividades nuevas para ambos, compartir sus fantasías y apoyarse a cumplirlas, o hasta ver a un terapeuta sexual para ayuda más específica.

2.       Cambios normales: en intereses sexuales.

2.       Cambios normales: en intereses sexuales.

Conforme vamos avanzando en nuestra edad y vamos teniendo nuevas experiencias sexuales, nuestros gustos y disgustos también van a cambiar. El poder hablar de estos cambios denota una vida sexual saludable y abierta. Si no puedes hablar abiertamente de sexo con tu pareja, entonces ¿con quién?
El sexo es algo fluido, cambiante y no es raro tener nuevas fantasías, deseos, o antojos conforme avanza la relación. Hay veces que las personas se dan cuenta que ya no les prende el mismo tipo de acciones y requieren un tipo diferente de estímulo. Hay veces donde una persona se comienza a conocer a sí misma y reconoce que tiene intereses antes dormidos o negados.
Mantener viva la chispa requiere de novedad, misterio, apertura, sorpresa y aventura.

3.       Cambios normales: en necesitar tiempo a solas.
Las parejas saludables entienden que es crucial tener independencia y tiempo a solas dentro de la relación. Conforme avanza la relación, la necesidad de pasar más o menos tiempo a solas va a ir cambiando, y esto es algo positivo.
Una vez que conoces a tu pareja mejor, ya no es necesario pasar tanto tiempo juntos. En vez de buscar pasar mucho tiempo juntos, se enfocan en compartir tiempo de calidad, donde ambos están presentes y atentos uno al otro. Se enfocan en hacer que el tiempo que pasan juntos valga la pena, sea de mucho amor y de beneficio a la relación.

La ausencia en el amor es como agua al fuego: un poquito lo enciende más fuerte, pero mucho la extingue.  Hannah More

4.       Cambios de advertencia: pérdida de empatía.
Aun en los tiempos más difíciles con problemas, estrés o pérdida, las parejas en una relación amorosa siempre están dispuestas a escuchar y empatizar con los sentimientos de la otra persona.  Si tu pareja ya no es tan empática, si se burla de lo que sientes, si se está volviendo impaciente, o dice cosas hirientes cuando estás hablando de tus sentimientos, es momento de poner atención.
Cuando una persona ya no esta dispuesta a comprender los sentimientos de su pareja, de la persona que dice amar, la relación está encaminada al desastre o puede ya haberse acabado.

5.       Cambios normales: pasar momentos difíciles.

5.       Cambios normales: pasar momentos difíciles.

La vida es un desfile de eventos y hay muchas cosas que pueden pasar que pueden causar momentos difíciles en tu relación. Puede haber una pérdida de empleo, escasez de dinero, infidelidad, problemas familiares, muertes de seres queridos y la lista continúa.
Si su relación es saludable, pueden trabajar juntos a través de todo esto, pueden tener discusiones, pero resolverlas al encontrar soluciones de una manera justa, tranquila y madura.
La vida no siempre es diversión y disfrute, también hay que poner trabajo en aprender cómo trabajar en equipo y enfrentar las tormentas juntos.

6.       Cambios de advertencia: Abuso
Todas las relaciones pasan por periodos de estrés, tensión y hasta enojo. Sin embargo, una relación sana puede navegar a través de sus conflictos de manera calmada y con madurez, buscando la resolución sin ver a la otra persona como el enemigo. Lo fundamental es nunca cruzar ningún límite de violencia ni volverse abusiva.
Si una de las personas en la relación se comienza a volver abusiva en cualquier forma, sea sexual, verbal, financiera, física, emocional y/o psicológica, es una gran señal de tomar acción para cambiar la situación. Una vez roto ese límite, es muy difícil recuperar un nivel de confianza en la relación.

7.       Cambios de advertencia: Control
Una persona en la relación puede intentar disfrazar su comportamiento controlador al decir cosas como “lo hago porque te amo”, o “lo hago por tu bien”.  Sin embargo, un comportamiento controlador es una falta de respeto a la autodeterminación y libertad de la otra persona y cruza un límite muy importante en la relación.
Si tu pareja te dice cómo vestirte, te regaña por tus pensamientos u opiniones, limita las personas con las que te asocias, o te prohíbe cualquier cosa, son señales de peligro (las famosas banderas rojas) de que estás en una relación muy negativa.

8.       Cambios normales: Nuevas actividades o amigos.

8.       Cambios normales: Nuevas actividades o amigos.

Conforme maduras es normal que tus hobbies e intereses cambian, al igual que las personas con las que te gusta compartir tu tiempo. Tal vez al principio de la relación compartían muchas experiencias en pareja, pero también es positivo expandirse y explorar cosas por separado cuando ya ha avanzado más la relación.

Lo más importante es que no tengas miedo a los cambios en tu relación y que no te aferres a tratar de mantener una relación a lo que fue en otro momento. Cuando estás con alguien por un largo periodo de tiempo, es natural y saludable crecer y cambiar juntos y por separado. A veces puede ser alarmante pensar que las cosas no siempre van a ser como cuando primero comenzó la relación, pero siempre y cuando ambos estén de acuerdo en navegar las subidas y bajadas de la vida como equipo, no hay razón por la cual tener miedo al cambio. 

Hay una profunda negación y no aceptación del cambio, porque lo que buscamos es permanencia y seguridad. Recibimos el cambio de nuestra pareja con resentimiento y enojo. Esto es porque muchas personas se enfocan en los aspectos negativos del cambio en vez de abrirse y aceptar una nueva dirección. La razón principal es la familiaridad y comodidad. Nos gusta saber que estamos seguros, estables y que nuestra vida es predecible. Esta es la zona de confort, y aunque es cómoda, las cosas no crecen ahí. 

El permitirte enfrentar cosas en tu zona de reto, darle la cara a los nuevos desafíos y etapas de la vida con tu pareja va a hacer que sean más unidos, experimenten una intimidad mucho más profunda, desarrollen su confianza en sí mismos y en la relación. Vivir todas estas cosas es justamente uno de los propósitos de las relaciones de pareja: el crecimiento de ambos miembros de la relación. Todo en la vida tiene un proceso de cambio (inicio, proceso y fin), entre más lo aceptes y fluyas a través de él, más podrás construir una relación sólida.